Mi palabra

La palabra es un signo revelador de nuestras vidas, es una morada que ayuda a reconciliar penas, amores, pérdidas, esperanzas, sueños. La palabra, es ése lugar de encuentro de las almas en dolor, de los seres felices, de los olvidados, de los desadaptados. La palabra es ésa noche abierta que nos dá el significado, que nos advierte con los verbos de nuestras emociones, dolores y sollozos. Un simple gesto, jadeo o un llanto buscan su morada en ésa esquina que nos abriga con luz . En lo personal el sufrimiento lo confronto escribiendo, y la felicidad recitándola. Me lleno de verbos que no me pertenecen y en donde permito que mi Yo se escaramuce, se estremezca y se desenhiba. La tristeza y la alegría me han hecho crecer, me han llevado de la mano y me han enseñado a aprender a aceptar sin reproches, o a remover viejos rencores con decision y firmeza. Cuando lo plasmo en letras, es reconfirmar ese Yo que se regocija consigo mismo o se estremece, sin importar el dolor que lleve por dentro, o las ilusiones que me embriagan el alma. Creo que sin la palabra, sería un simple solitario huérfano en éste mundo, pués es ella quien me ayuda a reconciliar mis emociones y me alberga sin reproches y cantaletas. Solo quiero decir, que me doy el derecho a escribir lo que me venga en gana, siempre y cuando lo sienta y lo lleve en mis entrañas. Es éste mi tesoro y mis más de 100 escritos en ésta página, han sido testigos de la reconciliacion de mi Yo conmigo mismo.